La adolescencia es una época esencial para las personas en la que un buen descanso toma una importancia crucial, porque influye directamente en su desarrollo físico, mental y emocional. Si queremos evitar que los jóvenes acaben desarrollando trastornos de sueño y otros problemas de salud cuando lleguen a la edad adulta, debemos asegurarnos de que duerman una media de 9 horas cada día e intentar que adopten buenos hábitos de sueño.
Controlar las pantallas digitales
Las pantallas de móviles, ordenadores, tablets… emiten una luz fría que nos mantiene alerta. Al usar estos dispositivos justo antes de dormir, el cerebro de los jóvenes recibe la señal de que todavía es de día y que, por tanto, debería seguir activo. Esta luminosidad excesiva bloquea los procesos naturales que inducen a dormir, haciendo mucho más difícil conciliar el sueño. Lo ideal es que dejen de utilizar todos estos aparatos un buen rato antes de acostarse o, como mínimo, utilizarlos en “modo noche”.
Dormir siestas
Una breve siesta puede ayudar a los jóvenes a recuperar energía, mejorar el humor y disminuir el estrés, además de servir de impulso para afrontar la segunda mitad del día. Eso sí, no se debe usar la siesta como forma de recuperar el sueño que no se tiene durante la noche.
Evitar trasnochar
Ya sea por quedarse estudiando toda la noche para un examen, hablando con los amigos por el móvil o jugando a videojuegos, trasnochar es totalmente contraproducente para los jóvenes. No dormir las horas suficientes provoca cansancio, que los conocimientos no se fijen adecuadamente, bajada en el rendimiento académico y un aumento del estrés y la irritabilidad. Por tanto, esta práctica debería ser evitada, por lo menos entre semana.
No consumir bebidas estimulantes
El café, el té, las bebidas energéticas… pueden dificultar la conciliación del sueño en los jóvenes. Sus efectos pueden alargarse tanto en el tiempo que se recomienda no tomarlas al menos en las 8 horas previas al momento de acostarse. Utilizarlas como método para quedarse estudiando toda la noche tampoco es bueno para el descanso y la salud en general.
Tener un dormitorio adecuado
Un equipo de descanso adaptado a su edad, como nuestros colchones Pop y Jazz, de la línea juvenil, ayuda a los adolescentes a mejorar su calidad de sueño. También es fundamental que el cuarto esté bien ventilado y que la iluminación sea cálida y suave antes del momento de acostarse, aspectos que facilitan la conciliación del sueño.