Muchas personas duermen a diario compartiendo cama, algo que puede llegar a reducir la calidad del descanso cuando existen diferencias entre una y otra, tanto de físico como de gustos. Te contamos qué debe tener un colchón para garantizar el mejor descanso a ambos durmientes.
Dimensiones recomendadas para un colchón doble
Aunque la medida clásica de cama doble o de matrimonio sea 135cm de ancho, cada vez son más las personas que prefieren optar por colchones de 150cm o superior para estar mucho más cómodos y tener un espacio propio más amplio.
En cuanto al largo del colchón, la medida correcta debería ser 10cm más que la altura de la persona más alta que vaya a usar la cama. También hay que tener en cuenta que estos colchones van a soportar el peso de dos personas, por lo que es recomendable que tenga una altura mínima de 25cm.
Características imprescindibles en colchones compartidos
Transferencia de movimiento
La reducción de la transferencia de movimientos es uno de los puntos más valorados cuando se comparte colchón.
Por un lado, los lechos independientes minimizan al máximo este fenómeno, que sucede cuando una persona cambia de postura, se reacomoda o cuando su peso es distinto al de su acompañante. Esta característica suele encontrarse en colchones de muelle ensacado o muelle encapsulado.
Si se prefiere un colchón que no tenga núcleo de muelles, la espuma High Resilience también es muy buena opción. Los colchones HR son capaces de aguantar altos grados de presión en las zonas del colchón que entran en contacto con el cuerpo sin afectar al resto de la superficie, por lo que también reduce la transferencia de movimientos. De un modo similar actúan otros materiales como la viscoelástica (y sus derivados), el memory foam, el ultra foam… que también ayudan al confort individual porque se adaptan al cuerpo de cada persona sin influir en otras zonas del colchón.
Firmeza
Un colchón va a soportar más presión si lo usan dos personas que solo una, por eso es importante elegir una firmeza adecuada. Los niveles recomendados se situarían en una firmeza media o medio alta, incluso alta si las personas tienen un peso elevado. Una base de cama o canapé pueden ayudar a dar un mejor soporte.
Transpiración y termorregulación
En un colchón compartido el calor y la humedad son más frecuentes, por eso es fundamental que incluya materiales transpirables y que ayuden a controlar la temperatura. El viscogel, el tejido strech, la malla 3D, el algodón, el lino… son algunos ejemplos.
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